RASDSPORT 02/03/2015 (Las Palmas de G.C.)
RASDSPORT se puso en contacto con el atleta saharaui Buchraya Nay Bachir, para que nos contase su experiencia en el maratón de Sevilla el pasado 22 de febrero de 2015. Así nos lo contó:
RASDSPORT se puso en contacto con el atleta saharaui Buchraya Nay Bachir, para que nos contase su experiencia en el maratón de Sevilla el pasado 22 de febrero de 2015. Así nos lo contó:
Buchraya, con su trofeo. |
Eran
las 6:00 de la mañana del día 22 de febrero del 2015. Ese día tocaba madrugar
para desayunar pronto y dirigirnos al estadio olímpico de Sevilla para dar
comienzo a esa maratón tan esperada que llevábamos preparándola 5 meses a
conciencia.
Llegué
y deje mi chándal en el guardarropa comenzando a calentar. Le comenté a Carlos Sanz
mi compañero de entrenamiento diario, el cual antes de comenzar la maratón me estuvo
acompañando en todo momento. Charlando con él, le decía que me encontraba muy
bien y que estaba seguro que podía bajar de las 3 horas.
Acto
seguido me dirigí al cajón que me correspondía por marca, justo detrás de la élite, entre grandes corredores africanos.
Estaba
con una sensación rara, no era exactamente nervio puesto que estaba más seguro
que nunca de mí mismo.
Esperaba
con ganas el disparo del juez de salida. En esos 5 minutos, cada vez menos, que
quedaba sólo podía pensar en mi madre y
en la familia que me ha ayudado tanto en este tiempo de preparación.
Dieron
el disparo de salida, como bien habíamos planificado mi entrenador y yo, me
ubique justo delante del típico globo orientativo de las 3 horas, siguiendo el
ritmo previsto que rondaba los 4´ por kilómetros. Durante el trascurso de los
primeros kilómetros, estos caían sin darme cuenta, iba controlándome muy bien
cada kilómetro, no quería pasarme nada que pudiera afectar a lograr mi
objetivo.
En
el km 12 yo veía a mucha gente tomando geles pero yo me encontraba muy fresco.
Llegando al km 13 alcancé a un grupo de corredores portugueses y me pegue a
ellos porque mantenían el ritmo idóneo que yo me había marcado.
En plena carrera del Maraton de Sevilla 2015 |
Pasados
los 21km (media maratón) en mi cabeza rondaba “el famoso muro” de los 30km,
pero llegaba el 31, el 32,33… e incluso llegué hasta el km 37 y ni me di
cuenta.
Tenía
razón mi entrenador que me decía: “si vas entrenado no hay muro que valga”.
Ya
por el km 41, en el cual abandone al grupo de portugueses, empecé a subir el
ritmo y a falta de 500 metros me estaba esperando mi familia para entregarme la
bandera del Sahara y ya en el Estadio, a falta de 200 metros desplegué mi
querida bandera. A la entrada en meta sólo tenía una imagen en la cabeza, que
era la de MI MADRE. Era algo espectacular, eran muchos sentimientos unidos. Ya
se había terminado MI PRIMERA MARATHON, y con el tiempo que habíamos previsto.
Calcule
que había pasado 1 hora, fui a ver la clasificación y me llevé una gran ilusión
al descubrir que había conseguido el primer puesto.
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